lunes, 18 de abril de 2016

22 de abril, justo antes de Sant Jordi



Todo lo que en este momento me está sucediendo es algo parecido a un sueño. Cuesta creer que todo lo que me está pasando en estos últimos meses pueda ser cierto. Llevo mucho años intentando que la historia que me rescató de una fuerte depresión postparto viera la luz. Ese día llegó hace poquísimo, el 9 de abril de 2016, en el que por primera vez tuve entre mis manos la primera parte de una historia que aún no tiene fin en el papel, aunque no así en mi mente y lo primero que hice fue olerlo, oler un libro que aún no creo sea mío.
Puede que a much@s les parezca una completa locura lo que voy a escribir, pero es tan cierto como que estáis leyendo en este momento. Al darme cuenta que el sueño se convertía en realidad me sentí igual que en los momento en que tuve a mis hijos en brazos. Durante tiempo no fui capaz de creer que pudieran ser míos, que yo hubiera creado algo tan hermoso.
Aunque la historia de La Guardiana no es la primera que creo o que tengo entre manos, sí es la más especial para mí y creo que poco a poco podré haceros ver el por qué.

Siempre se dice que en cada historia que un escritor/a plasma, deposita en esta una pequeña parte de él/ella. No sé si es cierto pero puedo decir que, aunque en mi caso es pura fantasía lo que ella sucede, sí he dejado parte de mí y de algunos de los que me rodean ella.

Como he dicho, la empecé a escribir como válvula de escape para no sentirme tan mal como estaba. Tan solo fue una especie de diario en una pequeña libreta, pero poco a poco fue creciendo y la necesidad de saber más sobre los personajes que estaba creando se apoderó de mí hasta el punto de decir "cueste lo que cueste lograré que todo el mundo pueda leerla". Siempre creí en cuentos de hadas y en que si pides un deseo a la primera estrella de la noche, esta lo haría realidad.

Las llaves que van apareciendo son importantes en la historia y también para mí. ¿Por qué para mí? Porque creo que todos somos propietarios de una llave que abre la puerta de nuestros sueños. Es evidente que es una metáfora, no así en la historia, ya que para mí esa llave está en nuestro interior. Para mí, esa llave es una frase que mi madre me repetía una y otra vez ya que siempre me asustó enfrentarme a cosas nueva por no creer ser capaz o suficientemente buena, EL NO YA LO TIENES, AHORA PELEA POR EL SÍ.

Natalia, la protagonista de esta historia, aunque podría decirse que es la cara opuesta de mi moneda, por ser lógica y no creer en cuentos de hadas sí que es de las que no se rinde, no cuando el bienestar de los suyos está en sus manos.

Este viernes, 22 de abril de 2016, presentaré esta historia, una historia donde vas descubriendo que los seres fantásticos que tenemos en mente no se parecen en nada a los que Natalia y Joel, su hermano pequeño, se van encontrando. Ni siquiera ellos son lo que siempre creyeron ser, humanos. ¿Que serán, serán...?